viernes, 17 de mayo de 2019

Kilómetros

Fui mucho más de lo que cualquiera hubiese podido llegar a ser.
Te quise mucho más de lo que cualquiera
hubiese podido llegar a hacer.
Y qué pena que quisieras irte,
que no llegarás a ver en mí
todo lo que un día quise ofrecerte.
Me quedé con las manos vacías,
con tal de haberte completado a ti primero.
Pero ya cogiste tu tren,
y yo el mío.
Y ahora mismo nos encontramos a kilómetros de distancia.
Me habría arriesgado una vez más,
sólo por haber visto tu sonrisa,
tus manos enlazadas en las mías.
Y por todas aquellas tardes
donde me encontraba encima de tu pecho,
sintiendo que ese era el mejor sitio
de todo el universo.
Pero quisiste irte,
y no te culpo.
Quisiste marcharte lejos,
y emprender el vuelo,
reconstruirte,
sin importarte como me encontraba yo
en todo ese proceso.
Ahora me encuentro en un nuevo tren,
donde por más que quiera,
no tienes tu billete.
Y ahora decido encargarme de rellenar
todo aquello que te dejé,
de centrarme en mí
antes que en otra persona.
No me arrepentiré nunca
de todo lo que hice por ti,
ni de todo lo que habría llegado a hacer.
Pero ahora debo fijarme en mí.
Ahora me toca a mí
reconstruirme.

martes, 14 de mayo de 2019

Estrella fugaz

Fuiste como una estrella fugaz,
desapareciste en un abrir
y cerrar de ojos.
Y mira que te pedí varios deseos,
pero supongo que no tenías
que ser tú quien los cumplieras.
Y qué pena,
me habría gustado poder
haber disfrutado más de tu compañía.
No quería que te fueras,
ni que me dijeras adiós.
No quería que tuvieras que llegar
a ser como un desconocido.
Que, al encontrarme contigo,
tuviera que hacer como si no te conociese,
como si todo lo que vivimos
nunca hubiera sucedido.
Hacer como si no dolieses.
Pero no te imaginas cuánto lo haces aún.
Sigo sin ser capaz de mirarte a los ojos,
sin pensar en toda nuestra historia.
Aparece como un huracán,
arrasando con todo,
recordándome
lo bonito que era
tenerte a mi lado.
Pero tuviste que irte,
tenías que hacerlo para sanarte.
Aunque me habría gustado
poder haberlo hecho yo.
Pero supongo que
no tenía que ser yo quién lo hiciera.
Por mucho que hubiese querido.
Tenía que decirte adiós,
dejarte ir,
porque nunca me gustó
eso de estar a medias en los sitios.
Y aún así, he dejado la puerta entre abierta,
por si decides volver,
por si decides arriesgarlo todo
otra vez,
conmigo.
Aunque supongo que eso
tampoco sucederá.