sábado, 23 de agosto de 2014

La lluvia cae sobre los tejados. El aire cálido se ha ido, se avecina una tormenta, de esas que lo destrozan todo, y después se va. Sentada, en aquel banco, veo caer la lluvia. Me moja, pero yo me dejo, veo cómo cae sobre mi rostro, juntándose con mis lágrimas, hasta el punto que ya no se sabe qué es qué. Mis labios tiritan, mis dientes chocan, y me abrazo, rodeando mis piernas, impidiendo la entrada del frío, aunque es imposible. Mi corazón late tan rápido, que pienso que me saldrá del pecho. Solo tú hacías que se pusiera de esa forma frenética. Pero, ahora tú no estás, ni el sabor de tus besos. Me dejaste, con millones de recuerdos, y con la esperanza de volverte a ver.

It's just another night.

Es solo una noche más, y, la Luna me alumbra con su luz. Miro las estrellas desde aquel tejado, donde pasábamos las tardes. Una estrella fugaz aparece, y no puedo evitar pensar en ti. No estás aquí, aunque nunca lo estuviste. Pero, me gustaría saber cómo sería tenerte a mi lado ahora.
Podía sentir el latido de tu corazón, juntándose al unísono con el mío. Nuestras miradas se cruzaban, no hacía falta palabras.
Veo las estrellas, y me gustaría saber si tú haces lo mismo, si te acuerdas de mí. Está sonando la canción de 'chasing cars', y me pregunto si te tumbarías a mi lado, si verías pasar el mundo abrazado a mí. Y, abro los ojos.
Tu ausencia sigue aquí, apoderándose de mí, adentrándose a mis entrañas.
Cómo en una montaña rusa, sientes estar en el punto más alto, y de pronto, caes, en picado, con un montón de vértigo en el estómago, que se aferra a ti, oprimiéndote la respiración. Ya no estás en la cima, ni sabes qué es eso. Estás a mil metros bajo suelo, y, el frío,
el frío es tu mejor amigo.

Llega el puto invierno.

Y de pronto, la oscuridad aparece. Se acabaron aquellas tardes de verano donde paseábamos por la playa cogidos de la mano. El frío llega, y con él la melancolía, esa que tanto temía. El frío me abraza, pero, ¿qué más da? No quiero sentir calor, no quiero que me consuma, y ser reducida a cenizas. Aunque, he de admitir que echo de menos el calor de tus besos, las risas al unísono, tu mirada penetrante clavada en mis labios, tus manos recorriendo mis lunares con curiosidad... Te echo de menos.

jueves, 21 de agosto de 2014

Summer storms

Tu recuerdo sigue en mis venas. Invadiendo cada parte que existe en mi cuerpo. 
Pienso en aquellas tardes de verano, donde el amor sobraba y faltaba la realidad. 
Nunca fui de tener los pies en la tierra, y claro, al conocerte no pude evitar elevarme. 
Recuerdo el sonidos del mar colándose en nuestras cabezas. Las estrellas sobre nuestras cabezas. Aquella sombra proyectada desde aquel árbol, donde permanecimos horas, aunque parecía una eternidad. Besos fugaces, cómo las estrellas, llevándose con ellas los deseos, esos que jamás se cumplirán. 
Siempre fui en busca de los imposibles, pero claro, tú, tú eres algo que va más allá de eso. Tenías los pies en la tierra, mientras yo flotaba en el espacio de tus besos. 
Fuiste todos mis deseos de las 01:01, aquellos que aún espero que se cumplan. 
Pero nosotros, los de antes, ya no somos los mismos. Aunque era claro, tú tan pegado a la realidad, y yo tan soñadora.

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Y supongo que mientras escribo todo esto tú ya me habrás olvidado. Con el mar, las estrellas, el orden de mis lunares, el sonido de las risas mezclándose y el verano.
No pido un amor de novela, no existen.
Ni un príncipe azul que venga a salvarme de castillos encantados, pues los príncipes solo quieren princesas de fácil acceso.
No pido un cuento de hadas, con sus finales felices, prefiero una historia con heridas y cicatrices que te marquen, pero que pienses joder, sí, valió la pena. 
No busco el amor que te enseñan en las películas, busco un amor que me caliente el corazón, que me abrace, y quiera cada parte rota de mí. 
Quiero sentir esa mano detrás de mí, impidiendo que caiga, pero, que tampoco me sobreproteja. 
Quiero verme reflejada en ti, abrazada a la risa. Pero claro, quizá el amor es aquello que no quieres, aquello que no esperas, y, que cuando aparece, te invade de contradicciones, pues tienes miedo a amar, pero no puedes evitarlo, sientes el frío en tus venas al pensar que lo pierdes, pero el calor te abraza al saber que lo tienes. 
El amor eres tú, el amor soy yo cuando estoy contigo.
Hoy me he levantado, y tú no estabas, aunque nunca has estado, o .
Miro sin comprender, ¿porqué tú? ¿Por qué esto? 
Tú eres esa tormenta que cae sobre el mar más calmado, removiéndolo, alborotando cada parte de su interior, invadiendo de ti todas las partes. 

martes, 19 de agosto de 2014

El cielo está encapotado, vuelven las nubes grises, aquellas que te decía no conocer. Estoy en aquella playa, de noche, recordando todas aquellas cosas que te dije.
Me pregunto que será de ti, ¿cumpliste todos aquellos sueños que decías?
 Yo sigo aquí, sentada, mirando la luna, me recuerda a ti, tan brillante, entre la oscuridad.
 La lluvia no tardará en caer, y, quiero que caiga, que me abrace, que me de frío, tanto, que me tirite la piel. Quiero que caiga una tormenta, y que después de ésta salga el Sol, y me de calor con sus rayos. Aunque, también me gusta el frío, ese que te penetra dentro de la piel.

I see fire.

Veo el fuego, dentro de ti. Veo cómo te consume, sacando tus demonios, demostrándote el miedo. Penetrado en tu piel, impidiéndote crecer. Retrocediéndote. Te acaricia, y tú, lo abrazas.

domingo, 17 de agosto de 2014

Llueve

La lluvia, ese fenómeno atmosférico que cae sobre la tierra en forma de agua, que te moja, llegando a cada parte de tu cuerpo, cubriéndote, acariciándote, llenándote de frío, de miedo... Te empapa la cara, haciendo que tu pintura resbale sobre ésta, manchándote. Provocándote frío, que te abraza, y tú te dejas abrazar.
Tú eres cómo la lluvia, algo frío, que te acaricia, algo que cae del cielo, como un ángel, pero, tú de ángel tienes poco...