martes, 28 de mayo de 2019

Existen más cartas que nunca se dieron
porque ya no hay fuerzas por quién
la ha escrito.
-Beret
Vuelvo a recordarte,
aunque si soy sincera,
he perdido la cuenta de todas las veces
que lo he hecho.
Nunca quise que acabara,
que te marcharas
dejándome todos los recuerdos
en mis manos.
Las fotos que nunca te di,
los besos que me faltaron por darte
y las ganas que tenía de que esto saliera bien.
Supongo que no todo dependía de mí,
que necesitaba que remaras
para sacar esto adelante.
Pero decidiste marcharte.
Y yo sigo pensando con todas las cosas
que me quedé.
Cuántas han sido las veces en las que
me he metido en tu perfil,
pensando escribirte un mensaje.
Pero sé que por mucho que lo haga
tú no volverás.
Y yo sigo guardando las entradas,
por si me dices que te arriesgas
y que quieres seguir
disfrutando
de todo lo que un día tuvimos.
Supongo que no soy capaz
de cerrar todos los recuerdos.
Porque he abierto un nuevo capítulo
en toda esta historia,
pero no he cambiado de libro.
Por si decides volver,
y ojear todas las cosas que vivimos.
Hace tiempo que te fuiste
y a veces intento decirme que no volverás.
Que todo esto ya terminó,
y que no puedo seguir esperando
a que vuelvas.
Pero no puedo,
o no quiero.
No lo sé muy bien.
Sigo manteniendo la puerta,
por si decides regresar.
Deseando que me escribas ese mensaje.
Y me pregunto si tú también
piensas lo mismo.
Si darías lo que fuera
por arriesgarte,
de nuevo,
conmigo.

Sentido

A veces me pregunto si tú también me echas de menos.
Si tú también te acuerdas de todas las cosas que vivimos
y mientras suspiras, te imaginas que nada ha cambiado.
Si sigues teniendo las mismas ganas que yo
de comernos el mundo
y a nosotros mismos.
Y me pregunto que hice mal,
que hicimos mal
para llegar hasta aquí.
Si ya besaste otros labios
y amaneciste en otra cama.
Si hay otra que haya ocupado mi lugar
y haya conseguido hacerte olvidar.
Ojalá pudiese decirte que mi cama sigue vacía,
que desde que te fuiste
he intentado mantenerme,
calmar los demonios
y decirles que se vayan.
Pero no soy capaz de conseguirlo.
Me gustaría poder llegar a ser capaz
de comprender todo esto.
De entenderte.
Y te juro que lo intento,
y a veces lo consigo.
Pero de pronto apareces,
como si de un flash back se tratara
y te imagino conmigo,
como solías estar,
y entonces
pierdo el sentido.

domingo, 26 de mayo de 2019

Guerra

Nunca voy a arrepentirme 
de todo lo que he vivido contigo.
De todas las cosas
que en su día te dije. 
No puedo arrepentirme
de lo que tuve contigo.
Porque fuiste refugio,
salvavidas
y hogar.
Conseguiste apaciguar mis demonios,
calmar mis miedos
y hacer de aquellas tardes 
en las que no quería hacer nada
un milagro,
con tus abrazos,
tus ‘túmbate conmigo y hagamos la siesta’.
Y muchas veces me pregunto
si a ti también te pasa.
Si darías lo que fuera por cambiar todo esto
y volver a disfrutar de todo lo que fuimos.
Pero quizá no era el momento.
Y puede que, 
eso es lo que necesitemos.
Tiempo.
Para sanarnos,
querernos.
Pero no puedo evitar 
decirte
que he dejado la puerta
entre abierta.
Por si quieres volver.
Porque aún
sigo esperando que me digas
que lo dejas todo
y que esta vez si vas a quedarte.
Que prefieres la guerra 
que mis ojos te creaban
con solo mirarte.

No te olvides

Me gustaría contarte todas las noches
que me he pasado
hablando con la almohada,
viendo llover en mi habitación
esperando,
deseando
recibir ese mensaje.
Ojalá recuerdes todo lo que vivimos
y te entre ese cosquilleo con solo recordarlo.
Me gustaría decirte
que todas las noches
antes de dormir
pienso en todas las cosas
que nos hicieron llegar hasta aquí.
Intentando buscarle
una razón lógica
a todo esto.
Pero sigo sin encontrarla.
Y desde que te fuiste,
sigo sin encontrarme.
Ojalá no te olvides
de lo que un día fuimos.