Atrévete a cambiar, desafíate, no temas a los retos. Insiste una, y otra, y otra vez. Recuerda que sin fe, se puede perder una batalla que ya parecía ganada. No te des por vencido, acuérdate de saber siempre lo que quieres. Y empieza de nuevo. El secreto está en no tener miedo de equivocarnos, y de saber que es necesario ser humilde para aprender. Ten paciencia para encontrar el momento exacto y congratúlate de tus logros. Y si esto no fuera suficiente... analiza las causas... e inténtalo con más fuerza. El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños
viernes, 10 de febrero de 2012
Tú, esa persona que le dio amor a ese corazón vacío. Quien hizo sentirme bien conmigo misma, a amarme y a amarla. Tú has conseguido todo lo que los demás no consiguieron. Me diste ese cariño incondicional, sin que yo te lo pidiera y poco a poco conseguiste que fuera dándote el mío. Sacas de mí lo mejor, pues eres tú la única en mí. Y sin ti yo ya no quiero seguir. Eres la persona que más amor me ha podido dar en todo este tiempo. Sabes como sacarme esa sonrisa sin tener que luchar mucho. Somos una, la mitad de la otra. Y sabes que la una sin la otra no es nada. Gracias a ti pude decir que sí conozco a la mejor persona del mundo, pues tú eres la que siempre está conmigo y siempre estará. La mejor, mi beba, mi mejor amiga, mi bebarastafaria, mi todo. La que siempre, siempre estará junto a mí.
Con todas las ilusiones, guardadas en los cajones. Con mi barco entre la tempestad. Y volando con torpeza pájaros en mi cabeza, una jaula que no se abrirá. Con un chaleco antibalas por si acaso me disparan, por las nubes es donde quiero estar. Nada tengo, nada quiero, si me esperas, yo te espero. Nunca caigo, siempre entero. Si me esperas, yo te espero. Con frases inacabadas, con puñales en la espalda, con heridas por cicatrizar. Enseñándote dos caras, una dulce y otra amarga, una miente y otra dice verdad. Con las manos arañadas, de andarme por las ramas, pellizcándome para despertar. Y es que no quiero ensuciarme la rodillas, pero me muero si tú no estás. Y es que nunca tengo los pies en el suelo, y es que siempre quiero lo que ya no tengo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)