viernes, 6 de enero de 2012

Que ya no te quiero , que no te necesito ,ya te lo dije , que ahora mismo estoy enamorándome de otro , pero aun así me molesta tu actitud . Me molesta que no puedas mirarme a la cara , que ya no intentaras arreglar las cosas , que no quieras verme, que no quiero recordarte ni como antes ni como ahora , que por mucho que fueras lo mejor estas olvidado y que no , que no quiero verte a cualquier momento.
Quiéreme, un instante, un momento, este segundo. Para de andar, retrocede y acércate, lento, no tengas prisa. Mírame, aguanta la mirada, retenla, vívela. Pon tus manos en mi cintura, te llama a gritos, no tiembles mis manos te sujetan, te abrazan, te acarician, te miman, te sostienen. Ahora ya estás cerca tú. Acércame a ti, lento, no tengas prisa, por favor simplemente hazlo mientras me sigues mirando, a mí, solo a mí. Recorre con una caricia mi mejilla terminando el trayecto de esta en mi barbilla. Levántala cuidadosamente. Acerca tus labios, despacio, no corras, estoy aquí, yo te espero. Vamos, besame por dios besame, con cariño, con dulzura, quiéreme. 
No te vayas... aguántalo, abrázame fuerte, no me sueltes, nunca. Perdóname, solo perdóname, no te vayas aún. Te llevas mi vida, no te vayas aún. No sin que me de tiempo a regalarte con el último beso el respectivo último soplo de aire, de aliento, de vida, mi amor.

.

Varias veces me han dicho que las cosas que se van, no vuelven, y no me refiero al tiempo, que es una de esas cosas que no se recupera.
Yo no tengo la culpa, no elijo de quien me enamoro. Que no hay mando para los sentimientos, quién decide es el amor y punto.
Todo terminó y ahora está empezando a llover. Siento tu respiración en mi nuca. Cierro los ojos y te veo a mi lado, abrazándome. ¿No podrías quedarte un ratito más? No sabes cuánto te voy a extrañar cuando todo vuelva a la normalidad. Intento hablar, pero las palabras pierden el sentido. Después de llorar sonrío, pero no sirve de nada, pues son falsas. Miro al cielo, con la esperanza de que tú también lo hagas y que por casualidad, nos encontremos en el firmamento. No digas adiós, yo te quiero. La luna la veo de diferente color, o tal vez sea yo que quiero cambiar el mundo. Si llueve me pondré el paraguas, pero me apuesto lo que sea a que el viento se lo lleva, y me quedaré sola, bajo la lluvia. Después del olvido, intentas recordar, pero es un intento nulo. Me puedes llamar siempre que me necesites, no necesitas decir adiós....
Deja que tus recuerdos se vuelvan fuertes y mas fuertes cuando estén ante tus ojos.



Volverás
Cuando esto acabe
No es necesario decir adiós

jueves, 5 de enero de 2012

Cuánto más te odio más me hundo, porqué sé que por tu culpa yo ando sola en este mundo.
Y te digo adiós. Te diría que nos volveremos a ver, pero no estaría segura de decirte la verdad... Aunque, ¿qué importa? Si tú me habrás mentido mil veces... Voy a cerrar los ojos y a olvidarme de que existes, de que fuiste mi pasado. Todo el mundo dice que de los errores se aprenden y que al final, se acaban olvidando. Pues eso haré contigo, ya que simplemente eres eso, un error. Gracias por haberme demostrado que existen los capullos, pues sin ti quizás creería que están lejos de mi alcance
Sé que quizá te preguntas al porqué me he ido así, tan repentinamente... Sinceramente, no sabría decirte cual ha sido el motivo decisivo, quizá no lo haya. Pero te juro que no habrán más palabras, ni más miradas. Juro no volverme a meter en tu vida, para que así te olvides completamente de mí y yo de ti. Esto se acaba aquí, ya no hay manera de decir que sí. Estoy harta de hablarte y que al final, siempre acabe yo mal. Estoy harta de no entender nada y quedarme siempre con la duda de tus actos. Ya no voy a pedirte perdón por nada, ¿para qué? Si las palabras se las lleva el viento... y en tu caso, directamente no llegan. Una vez me dijiste que un día me arrepentiría de haber estado 7 meses con un tonto, y yo te dije que no... ¿Era lo que querías? ¿Qué pensara eso? Pues lo has conseguido guapo, porqué me arrepiento, porqué me siento una gilipollas por haberte querido. Pero tranquilo, que no pensaba ni pensaré volver, y menos por un capullo como tú. Olvídame, ódiame, te garantizo que eso se te dará mejor que amar.