Hola, querido amor,
consumido, por las sábanas,
por las penas, las noches de llanto, que no cesaron.
Hola, amor, consumido, por la tristeza, que nunca se fue.
Sí, amor, caímos, en picado, cómo cuando cae la lluvia.
Y es que quizá debimos ser pacientes, pero corrimos, tanto, que tropezamos, y no supimos cómo levantarnos.
Vamos, mi amor, sal adelante, y sonríe, que siempre se te dio bien.
Y te digo que no sé en que nos equivocamos, pues estuve buscando la solución, pero no la encuentro, y estoy llegando a pensar que nunca la hubo,
que siempre fuimos locos, que queríamos intentarlo todo,
y lo hicimos cariño,
pero nos maltratamos, tanto, que abrimos herida que ni si quiera sabíamos que teníamos,
y no supimos cerrar.
Hoy, cariño, te digo adiós,
de esos que no tienen vuelta atrás,
supongo,
de esos que sonríes, con las lágrimas en los ojos,
y sabes, que fue bonito,
pero sí,
fue.