Me siento utilizada y me gustaría que dejaras de llamar. Siento que dices la verdad cuando dices que te lamentas haberte ido, sabiendo que es una de tus mentiras. Sé que me mientes cuando me dices que estás cambiando, así que ve por tu camino, tranquilo que yo estoy bien. Me has llevado por mal camino demasiadas veces, no quisiera otra más. Cariño, estoy demasiado ocupada recuperándome cómo para estar persiguiéndote por todos lados. Intento hacer un camino, es hora de que tú hagas el tuyo. Ahora ya es tarde, no sé porqué sigues insistiendo... ¿Cómo puedes estar suplicándome después de todo? Tú no me necesitaste a tu lado y duele ver como esto se está viniendo abajo, pero tienes que tragártelo tú solito porqué no eres nadie para mandar mi vida. Sé que nunca dejarás de echarme de menos, pero ahora te toca a ti eso de sufrir.