Me bastó tan poco para quererte tanto y sucedió que poco a poco me fui entregando... Como entender lo que sentí. Y sin evitarlo, ya me había hecho tuya. Sin quererlo, empecé a pensarte. Sin quererte amar, me perdí en ti. Enamorándome de tu corazón. Queriendo tus brazos. Anhelando tus besos. Deseando tu cuerpo. Y es que el momento surgió tan rápido. Te tuve entre mis brazos y sin saberlo, comencé a quererte.
Hoy, doy gracias a dios por darme la oportunidad de tenerte junto a mí. Prometo no desaprovecharla.
Es precioso lo que escribes! me encanta! asi que no más te sigo :)
ResponderEliminarUn besito desde:
http://disfruta-del-amor.blogspot.com.es/
Pasate por mi blog, y si te gusta.. sígueme ;)