sábado, 30 de junio de 2012

Nunca pensé que amar fuera algo tan fuerte. Como un tsunami, que se apodera de todo lo que está en su paso. 
Tú te apoderaste de mí como el corazón de la sangre. Dejándome ensimismada con tan solo pensarte. Conseguiste que te quisiera cada vez más, proporcionándome seguridad de mí misma, hasta el punto de creer en ti tanto como en mí. Ahora, comprendo cuando dicen: el amor es dejarse llevar, creer el uno del otro, confiar y amar pese a todo. Porque cuando se ama, sois uno. 
Gracias a ti, comprendo cada una de estas cosas, y más. Contigo, encontré la felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tienes un comentario!