El camino de tu olvido.

Parece ser fácil, lo observas. Sí, fácilmente llegaré, y lo olvidaré todo, -piensas. Pero en ese instante, cuando empiezas a caminar, y ves que no hay gran facilidad, que todo se complica, y que su rostro aparece en el camino. Bah, tonterías, -sigues pensando. Aunque sabes que te equivocas, que como él no hay nadie. Decides detenerte, y te acuerdas de él, de esa mirada intrusa y de repente, un beso. Cómo lo añoras, cómo desearías estar ahora mismo en aquel momento... Cierras los ojos que tras cerrarlos, cae esa lágrima, donde expresas todo ese amor, ese dolor, que solamente él puede sanar.