jueves, 18 de septiembre de 2014

Por ese siete de octubre del dos mil once.

Voy a escribir esta carta, para quizá así sentirme mejor, y poder así sanar las heridas del pasado. Y sé que con esto no arreglo nada, pero tal vez si sacar esa espina que se quedó clavada en mi corazón. Para empezar, quiero decirte que me equivoqué contigo, y mucho. Que he metido la pata hasta el fondo, y que no hay perdón merecido a mis actos. Y te juro que me arrepiento, me arrepiento haber tenido que actuar así para darme cuenta pero, eso ya es problema mío. Y que quizá la clave era apartar las cosas del pasado que me impedían continuar, para poder ver nítido lo borroso, y ahora lo veo tan nítido que me doy cuenta de todo lo que he perdido. Y, antes juraba no arrepentirme de nada, y ahora, ahora me arrepiento, de haber sido tan brusca, porque mi forma no fue la correcta, y te lastimé, y no sabes cómo lo siento. Si pudiera, volvería atrás, y cambiaría las cosas que dije por cosas que si pensé. Ni te imaginas como me gustaría poder correr a tus brazos y besarte, y decirte todo lo que siento y pieno, y me muero de ganas, te lo juro, pero no te merezco, no merezco hacer eso, ser egoísta,  otra vez, y ahora volver a por ti. No, no quiero ser asi, y me duele, más que nada, ni te imaginas cuanto... Pero sí, ahora sé que todo sería diferente, toda aquellas inseguridadades que tenía ya no están, pero no, no debo... O sí, la verdad, eso no me toca decidirlo a mí. Con todo esto no quiero hacer que vuelvas conmigo, solo, que sepas que lo siento, y que el error fue mío, tu nunca te equicocaste. 
Y quiero finalizar diciéndote que gracias, por estos años, por todos los momentos, siempre fuiste tú, solo que se me olvidó. 
Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tienes un comentario!