Ven, mírame y ahora siente esa mirada, ese amor que te doy con mi ojos. Sonríe, si tú lo haces, lo haré yo. Sabes que después de ti, no hay nadie más. Bésame, hazlo un largo tiempo, deja que me enamore, no importa que tú no lo estés, mientras me prometas que lo harás... Yo te amé, y sin darme cuenta, llegué a la locura de este amor. No pensé que llegarás a ser ni la tercera parte de lo que soy ahora, y mírame, sin ti no vivo, no sonrío... Me has dado tanto amor en tan poco tiempo... Y a veces me pregunto si de verdad merezco ese amor. Y si fuera que no, desearía que Dios me diera su bendición para que no te vayas nunca de mi vida. Gracias, por darme ese amor que un día no supe valorar, por darme esa oportunidad y amarme.