miércoles, 19 de noviembre de 2014

Le dije que se quedara, sin importar que me fuera a romper un poco más.

Le dije que se quedara,
 sin importar que me fuera a romper un poco más. 
Y ahora mírame, completamente rota. 
No te culpo,
 amor,
 el orgullo pudo, contigo, conmigo, y nos destrozó,
 o quizá ya estábamos lo suficiente rotos, cómo para arreglarnos.
 Intentamos solucionarnos, 
pero ésto no tenía solución,
 al igual que la estupidez humana.
 Y cruzo la oscuridad, a hurtadillas, 
por miedo a que el monstruo de debajo de la cama venga, y decida unirme a él, 
y perderme aún más en esta oscuridad. 
La puerta está cerrada, al igual que mi corazón, 
impidiendo el paso a la luz, 
al calor...
 Y es que el frío,
 al menos,
 me hace sentir viva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tienes un comentario!