miércoles, 19 de noviembre de 2014

Recordé cómo era dormir a tu lado amor, sí, con esa respiración fuerte que tenías, que te hacía especial, tal vez. El viento, me abraza, quizá porqué ya no lo haces tú, quién sabe. Me recuerda la soledad crónica que poseo, que tanto temo, y tanto quiero en el fondo. Y me muestra mis temores, esos que ni con "adictivos" pude curar, porqué quizá no tiene solución, cómo mi corazón, que se partió, sin pedir permiso, y sigo buscando la manera, de que éste funcione. Quizá lo bueno de los corazones rotos es que no pueden
volver a romperse. 

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